Edgar Allan García R.

Nació en Guayaquil, Ecuador, el 17 de diciembre de 1959, "y a los pocos días fui inscripto en la verde que te quiero verde ciudad de Esmeraldas. Puesto que me amamantaron con leche de coco y febriles sones de marimba, decidí que sería esmeraldeño —como la mayoría de mi familia— pues, según decía un fervoroso esmeraldeño nacido en Manabí, 'los esmeraldeños nacemos donde nos da la gana'."

A partir de 1977, año de su graduación como bachiller, realizó diversas actividades —algunas de ellas muy particulares: vendedor de enciclopedias, bailarín profesional, boxeador callejero y trotamundos— hasta que en 1982 comenzó la carrera de Sociología en la Universidad Católica de Quito a la par que el estudio de idiomas (inglés, francés, italiano, alemán y quichua). Para esa época también decidió incursionar profesionalmente en la escritura:

"Convencido, por un lado, de que algo tenía que decirle al mundo y, por otro, enraizado a una familia de poetas, pintores, músicos y locos maravillosos, en 1986 decidí dedicarme de lleno a la tarea de escribir e integré un Taller de Literatura dirigido por el escritor ecuatoriano Raúl Pérez Torres. Durante el Taller publicamos la revista literaria Débora en 1989, y nuestros primeros textos en un par de números de Letras —la revista oficial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana— con lo cual ingenuamente creímos tocar el cielo con las primeras plumas, sin saber lo que nos esperaba."

Su primer libro, el poemario Sobre los ijares de Rocinante, apareció en 1991 y, desde entonces, ha publicado 16 libros, participado en 22 y colaborado en otros 7, abarcando diversos géneros y temáticas: poesía, narrativa, ensayos, traducción, textos pedagógicos y, por supuesto, la literatura infantil y juvenil. Su talento y la labor perseverante le permitieron obtener varios premios nacionales e internacionales; destacándose el hecho de haber ganado en dos oportunidades el Premio Nacional de Literatura Infantil "Darío Mayorga", en Quito (Ecuador), primero en 1994 y luego en 1999, en esta oportunidad con la novela Cazadores de sueños (de la que Imaginaria ha publicado un capítulo aquí).

Edgar Allan García tiene una sincera opinión sobre las distinciones:

"Aunque no creo que los premios sean una medida de nada, para mucha gente —en especial los editores— esto es un referente más o menos seguro. Confieso sin embargo que he concursado no sólo para abrirme camino hasta la puerta de las editoriales sino también para ganar algún dinero para sobrevivir mientras seguía escribiendo y escribiendo como un topo. No me puedo quejar."

El reconocimiento a su obra no se ha expresado solamente en forma de premios. Su libro Cómo formar un taller de creatividad literaria en el hogar y en el aula ha llegado a las 12 ediciones y es considerado un "clásico" en las escuelas; mientras que Abracadabra —un estudio sobre los símbolos y rituales presentes tanto en el juego como en la poesía tradicional infantil— fue auspiciado por la Unicef, la Agencia Española de Cooperación Internacional, el Grupo Editorial Santillana y las fundaciones El Comercio y Vida Integral.

La docencia, como profesor universitario y como coordinador de Talleres de Creatividad, ha sido otra de las actividades desplegadas por el escritor, que trabajó también como guionista de televisión para programas educativos y culturales. "Y con el perdón de los puristas, aquí viene una lista de actividades y creaciones que nunca imaginé que algún día podría realizar y que sin embargo resultaron experiencias inolvidables": actor en la radionovela "Como agua para chocolate" —transmitida para todo el continente a través de la Red Latinoamericana de Radios Comunitarias—; escritor de letras de boleros y valses —incluidos en el CD Siempre románticos, del trío Los Reales— y coentrevistador de escritores españoles y latinoamericanos —Antonio Gala, Isabel Allende, Augusto Monterroso y Elvira Lindo, entre otros— para la Televisión Educativa Iberoamericana, de Madrid, España.

La trayectoria profesional de Edgar Allan García lo ha llevado a desempeñar funciones relativas a la política cultural de su país: en 1995 fue Presidente de la Fundación Cultural "Jorge Icaza", en 1997 presidió el Consejo Nacional de Cultura y, en el mismo año, fue Subsecretario (equivalente a Viceministro) de Cultura del Ecuador.

Roberto Sotelo