Acercar a los niños, mediante la imaginación, el conocimiento y el amor por el mundo natural.

Muchos expertos coinciden en la conveniencia de que los niños, en sus primeros años de vida, tengan una experiencia directa con la naturaleza y puedan jugar al aire libre a lo largo del año, experimentando los cambios estacionales que se reflejan en las plantas y los animales. Sus principales materiales de juego serán los troncos, las piedras, la tierra..., plantarán semillas y las verán crecer. Luego, más adelante, la naturaleza les servirá de inspiración para sus juegos imaginativos.

Los libros de Elsa Beskow nos muestran niños activos, inmersos en sus juegos y aventuras rodeados de una naturaleza viva y cambiante.

Ana vive en una granja. Le gusta mucho colaborar con sus padres en las tareas del hogar y de la granja. Con Ana y su vaca Brunilda, viviremos algunas aventuras, veremos cómo se espabila para encontrar soluciones a las dificultades y conoceremos algunos amigos que le ayudarán y con quien luego se tomará un buen plato de fresas.