| UNA CIVILIZACIÓN INCIVILIZADA realiza una visionaria exposición sobre el riesgo global de las sociedades: convertirse en hordas consumistas, y terminar con la autonomía del individuo. Somos testigos de una severa crisis de la civilización cuyas consecuencias todavía no se pueden calcular. En lugar de formas de solución de los conflictos, libres de violencia, que sigan contratos y leyes, la violencia entra directamente para imponer intereses particulares. Al evitar la Ilustración y la reflexión, los defensores del capitalismo radical han abandonado también todos los fines humanistas y se han convertido en apologistas de desconsideradas luchas sociales de competencia. Al igual que el riesgo se ha elevado como cultura directriz, la bolsa se ha transformado en un modelo para la sociedad. La lucha por la existencia en su forma desnuda se extiende también a la llamada sociedad civil. Los procesos de destrucción social relacionados con esto no provocan una reflexión sobre la relación entre economía y sociedad y con respecto a las perspectivas de vida y los fines de los individuos. El retorno de la fe y la sumisión corresponden a una forma autoritaria de organización casi tribal, que también se da en las grandes empresas comerciales, formas de organización económica que inmunizan contra la autonomía y la autoorganización de los individuos. Lo que vale en la empresa, vale también para los consumidores: conectado por el lema “come together” se forma la nueva comunidad. El nuevo hombre es un conformista autoritario sin ninguna voluntad propia. |