VENECIA
¿ Qué es Venecia ? Se podría contestar de mil maneras y tal vez responder otras mil veces. ¿ Quién habría pensado jamás en condiciones normales de elegir un archipiélago formado por 118 islotes entre centenares de canales que afloran de una laguna como sitio ideal para fundar una ciudad ? Solamente prófugos, fugitivos pobres y desesperados podían aventurarse entre hierbas pantanosas y cañaverales en busca de un refugio. Antes las hordas barbáricas de los invasores que desde oriente avanzaban por la llanura itálica luego de haber quebrado las últimas resistencias del Imperio Romano en desmoronamiento grupos de campesinos y de pescadores llegaron aquí ya desde el siglo V, posiblemente con la esperanza de encontrar una residencia momentánea. De estos establecimientos provisorios un par de siglos más tarde la comunidad lagunera abandonó los centros principales de Heraclea y de Malamocco para concentrarse en la isla que tenía las orillas más altas, Rialto. Allí pues tomó forma y potencia Venecia, la Serenísima reina del Adriático que se opuso en el siglo Vil a los Longobardos antes. y después a los Francos, desvinculándose también de la sumisión al Imperio Romano de Oriente que tenía su capital en Constantinopla, la antigua Bizancio. En el año 726 los Venecianos designan a su primer dux, y en el 889 esta dignidad es otorgada y continuando luego, mediante expresas elecciones. Acaso la llegada casi milagrosa de los restos del evangelista San Marcos en el año 828 es la señal sobrenatural que Venecia aguarda. Ya desde el año 1000 comienza en efecto la expansión colonial por mérito de los Orseolo. El dux se convierte entonces en duque de Dalmacia y de Croacia, adquiere privilegios en Oriente donde nacen las primeras colonias mientras en el interior las instituciones políticas se desarrollan y se perfeccionan en el deseo perenne de un poder controlado y colegial. En el año 1145 se constituye el Consejo de los Sabios del cual derivarán después el Menor y el Consejo Major; más tarde surgirán el Consejo de los Cuarenta, el de los Pregádi o Senado y, con la formación del Patriciado rigurosamente cerrado luego de la Clausura del Consejo Mayor y la institución del Consejo de los Diez que quitan al pueblo la elección directa del Dux, se arribará a principios de 1300 a un sistema de gobierno republicano aristocrático que durará hasta 1797 con la llegada de Napoleón. Mil años de libertad y de civilización pues, que dieron origen al singular fenómeno de una ciudad — estado, capaz por sí sola de mantener un dilatado territorio de tierra firme que se extendía hasta Bérgamo y Crema, y el dominio de la « cuarta parte y media del Imperio de Oriente » luego de la IV Cruzada. Todo el Adriático se había convertido entonces en « golfo de Venecia » y las islas del Egeo estaban bajo el estandarte rojo y oro de San Marcos. Los ejércitos y las flotas de Eslavos y Turcos se estrellaron contra las poderosas fortalezas y las sutiles galeras venecianas por varios siglos. Y son justamente esos largos siglos de potencia y de riqueza que hicieron de la ciudad una joya que amalgama en si la fascinación y el esplendor de las mayores civilizaciones de Oriente, de Grecia, de Roma y de Bizancio. La Basílica de San Marcos y el Palacio Ducal son posiblemente las máximas expresiones de esta gran herencia.