A juicio de este autor, el azar, que lo embrolla todo, tiene imbricados dos grandes desastres militares sufridos por España a lo largo de su historia, la guerra contra los EE. UU., origen del denominado desastre del 98, y el llamado desastre de Annual. Este último, al parecer de algunos, posiblemente, para desquitarse del primero; pues finiquitado el de ultramar, el Ejército español, se agarró como pudo para lavar la herida a un embrionario Protectorado que nos ofrecía Francia en el norte de Marruecos, a instancias de Inglaterra. Entendiendo los galos que el Imperio marroquí, se le presentaba a Francia como una nueva colonia. Inglaterra le dejaba hacer a Francia en Marruecos, a salvo la franja que debía de ceder a España en la otra orilla del Estrecho denominada ´el Rif´ y, a cambio, Francia, a su vez, le dejaba hacer a Inglaterra en Egipto. Por tales acuerdos, suscritos por ingleses y franceses, se cedía por estos a España, una franja de unos 25.000 kilómetros cuadrados, en la zona norte del imperio alauita, la más árida, si bien con cierta riqueza minera. Pasando tal franja a conformar el llamado Protectorado Español de Marruecos, donde realizarían fulgurantes carreras los llamados militares ´africanistas´, y determinados financieros, podían explotar la riqueza minera de la zona. Pero el azar, visualizando lo que otros no querían ver, que España no constituía ya una potencia en los órdenes, político, militar ni económico, nos llevó directos a un nuevo desastre militar, el llamado desastre de Annual, ocurrido en el verano de 1921, el que, se nos presenta, de alguna manera, enlazado al sufrido ante los Estados Unidos.