6. Movimiento: Inteligencia Kinésica

Películas como Drumline (Dir. Charles Stone III, 2002; 118 minutos de duración), en la cual un estudiante de escuela superior entrena disciplinadamente para ser seleccionado como tamborilero en la banda de marcha de la escuela, no sólo son buenas para enfatizar la disciplina y la persistencia en adolescentes y adultos jóvenes, sino que activan la inteligencia kinésica, asociada a la acción y el movimiento. La inteligencia kinésica es importante por dos razones. En primer lugar, nos valemos de un sistema de neuronas espejo en el cual aprendemos a ejecutar (o a entender) una acción a través de la
observación. Por tanto, el sistema de neuronas espejo está involucrado no sólo en el aprendizaje de una acción nueva, como correr bicicleta, sino que también es esencial para desarrollar la empatía - la capacidad cognitiva de ponerse en el lugar de otro. De la mano con la inteligencia emocional, la empatía bien desarrollada se encuentra asociada a una mejoría en la calidad de las relaciones interpersonales.

De acuerdo con las etapas del desarrollo de Erikson, los adolescentes jóvenes deberán resolver los conflictos de la etapa de laboriosidad vs inferioridad antes de poder fortalecer su sentido de identidad propia. Una ventaja para trabajar con jóvenes es que las películas dirigidas a esta población frecuentemente se basan en actividades como el baile y el deporte, activando el sistema kinésico para impulsar a la acción. Se trabaja entonces con el sistema de motivación del joven con identidad difusa o con ánimo deprimido. Cabe señalar que no todos los jóvenes son adeptos al deporte o
muestran interés por el mismo. Incluso, pueden sentir frustraciones asociadas a la expectativa deporte-céntrica del mainstream cultural occidental. Visto de esta forma, las películas basadas en el deporte son de utilidad para discutir temas de competitividad, individualidad versus conformismo (...).

Debido a que frecuentemente se tratan temas de vida y de
fortalezas personales, la cineterapia también ha sido adaptada
exitosamente bajo el marco de la psicología positiva. En el artículo
Character strengths in cinematherapy: Using movies to inspire change, meaning,
and cinematic elevation, Niemec (2020) señala como los sentimientos de
elevación y admiración, evocados durante momentos climáticos en la
película, se encuentran asociados a mayor identificación del paciente
con el personaje y su forma de resolver la situación. Además, hacer
un inventario de fortalezas personales previo a la cineterapia facilita la
suspensión de la realidad necesaria para la inmersión en la trama, ya
que el paciente identifica más fácilmente las fortalezas propias en el
protagonista de la película.
Aunque no es necesario que el paciente y el psicoterapeuta
vean una película en sesión, hacerlo permitiría evaluar el proceso
cognitivo-afectivo del paciente mientras atiende a una película.
Niemec (2020) detalla 4 modalidades cineterapéuticas, según la
psicología positiva:
1) Formal
2) Espontánea
3) Acompañada
4) Asignada
Cabe señalar que todas las modalidades de cineterapia se subsumen a
la modalidad principal de psicoterapia establecida con el paciente. Por
ejemplo, si el paciente está siendo tratado con la Terapia Cognitiva
Conductual, la intervención cineterapéutica se acoplaría al paradigma.