Con un número creciente de adeptos a la Iglesia de Jesucristo de los Dantos de los Últimos Días, conocidos más comúnmente como los Mormones, se hace necesario analizar los fundamentos de su doctrina y sus afirmaciones. En un afán por presentar el libro de Joseph Smith como una nueva revelación, dichos misioneros no escatiman ni el recurrir aun a la misma profecía bíblica para obtener supuesta evidencia de la autenticidad de su escrito.
Muchos, sin cuestionar estos argumentos, son conducidos al error. Por ello, aunque para reconciliarnos con Dios se requiere fe, esta, en ningún momento se opone a nuestra capacidad racional para 'escudriñarlo todo y retener lo bueno'. Por el contrario, es no solo un derecho, sino un deber examinar toda pretensión de verdad, aun la traída por un ángel, como nos instruyen las Escrituras.
El auge de adeptos a este grupo, por lo general, muestra personas caracterizadas por la desinformación, que conocen poco o nada de la Palabra de verdad.